Bendita Crianza
¿Qué lugar ocupan tus amigas en tu ajetreada vida?
Actualizado: 30 jul 2019
Hoy estaba dándole vueltas a algo que me tiene la cabeza y el corazón movido…
Y es que… tengo amigas que realmente son de esas mujeres entrañables, especiales, maravillosas, atesoradas en el alma. En mi caso, no todas viven en mi ciudad o en mi país, para mi descontento jajajaja. Y por lo mismo, con toda la tecnología a la mano, el estar en contacto requiere SOLO de la voluntad …de teclear… llamar… de disponerse a estar “conectada” en todo el sentido más amplio y literal de la palabra…

Lo cierto es que ser mamá me consume tiempo y “pilas”, como a todas… y por estos días, me he metido aún más en esta vorágine de hacer cosas y el trajín me ha comido entera. Es más, me ha devorado anestesiándome y desconectando de mis amistades…

¡Ah, normal dirás!… pero no, no debería ser “normal”. Me molesta enormemente normalizar mi falta de tiempo, porque las extraño, quiero saber de ellas, quiero saber en que están…y también quiero contarles en que estoy… ¿Y? y bueno, nada…. Ellas no tienen como saberlo si no las llamo o les dejo un whatsap. Ciertamente, aunque son brujas, ninguna tiene bola de cristal para saber que las echo de menos.
Y quizás, estás pensando, pero ellas también pueden llamar o dejarte un mensaje… y tienes toda la razón, PERO como he decidido vivirme la vida desde mi ser consciente, he elegido hacerme cargo de lo que a mi respecta …
Para mi por lo menos, apoyarnos y acompañarnos entre mujeres para sostener y dejarse sostener, para compartir los disfrutes y los aprendizajes y tantas otras cosas…. Es un “must”
¿Cuántas de nosotras ni nos hemos preguntado: ¿Soy de esas que me dejo sostener? O quizás soy la que ando sosteniendo a otros, o tal vez, no sostengo a nadie solo a mi…
Y sea cual sea la respuesta, y sin hacer juicio de ello, en mi caso, he ido aprendiendo con el tiempo a pedir ayuda, a dejarme acompañar y a apoyar a mis compañeras de camino, a esas mujeres con las que elegí caminar juntas. Siento que es tan importante compartir las vivencias y entender en el alma, que de verdad NO ESTAMOS SOLAS, que nos pasan las mismas cosas, a unas antes, a otras después. Nos necesitamos, porque nos nutrimos en el espejearnos, en escucharnos, en el disponernos para la otra…
Entonces por que justificarme en “normalizar” mi falta de tiempo para no llamarlas, no quiero hacerlo… es maravilloso vivirse la vida compartiendo real interés por nuestras compañeras de ruta.
Por eso te invito, a que no te duermas en esas justificaciones tan “normales” y comunes… te aseguro que una amiga tuya espera que la llames, ansía contarte algo o ahora que estás leyendo esto, has caído en cuenta que te gustaría contarle a una de ellas como has estado… y entonces… no te detengas, cierra este blog y hazlo… (otro día nos leemos y contamos algo más, ya sabes que me encanta sentirme acompañada y acompañarte en tu ruta)